jueves, 25 de octubre de 2012

Noche de lluvia

Dime, te gusta fastidiarme demasiado? Sabes que eso me fastidia, me molesta, me irrita..no, tal vez no lo sepas.
Me duele fuertemente la cabeza al pensar en todo esto, quiero dejar de pensarlo una y otra vez pero no puedo, todo duele mucho, demasiado..no quiero creerlo de esa manera. Tuvo razón en decir eso un amigo, debo escucharlo mas últimamente, su corazón dice la verdad y lo que en verdad siente una persona; debo escucharlo mas. Quizá es cierto eso, pensé que no seria mi caso pero al parecer soy tan igual a ese amigo, ese sentimiento del cual habló, el  me consume, ¡no quiero! debo olvidar, alejar de mi todo esto, deseo borrar todo esto, pero no se puede...siento este color tan guinda en mi corazón.
Y aunque algunas veces digan que eso es normal cuando alguien verdaderamente se interesa en una persona, pensé que yo iba a saber manejarlo mejor, pero no, siento eso, y de eso siento dolor y tus palabras la tomo como mentiras, tampoco las creí del todo, me cuesta creer que alguien pueda hacerlo, la verdad aun lo dudo, no quiero, no quiero creer, ya no más....
¿Es mejor la distancia para desvanecer todo este dolor? Es lo que hago pero no me resulta. Duele. Quema el alma. Duele el corazón, el alma, el estómago, la cabeza y hasta el cabello de tanto pensarlo.Tal vez sea el cansancio, llevo algunos días sin dormir bien. Sí, eso debe ser.
La lluvia me acompaña hoy, es de noche aún, no quiero el día, realmente prefiero la noche de reflexiones y de grises recuerdos, prefiero la soledad de la noche que acompaña mi espalda, sentir el frío de una ausencia imaginaria, de un desamor tan vacío como vacío tengo una caja de chocolates; una lluvia cae a través de mi ventana y la veo, veo como se desliza, como si esas lágrimas de las cuales sufre esa ilusión, como si de ellas se desprendiera tal sentimiento dentro de mi. Tu corazón no está con el mío, eso lo sé, no lo pienso de esa manera porque apareces en mi imaginación, pero a la vez esa es la realidad. Tu corazón nunca estuvo conmigo, esa es la verdad, sí, esa es la verdad infinita, la cual nadie puede negarlo. ¿Alguna vez dijiste algo bueno? Dijiste algo de mucho daño, peligroso, ..no debo hablar más de todo esto, odio y detesto el tema, mas por lo que me hace derramar cataratas que por recordar simplemente, ..

Sabía muy bien que no iba ser posible ser feliz, lo supe desde antes, pero como siempre yo de rebelde y en contra de todo me arriesgué a sonreirle a la vida. No me ha ido nada mal, pero tampoco del todo bien...las continuas caídas de tristeza y dolor profundo se apoderaron de mí, pero necesito darle ese mensaje a las personas, decirle qué es lo hermoso de la vida aun asi yo no pueda verla y me nuble con oscuridades, pero debo hacer eso, mostrar mi mejor sonrisa para alegrar a los demás asi yo pueda estar muriendo de dolor por dentro, total nadie sabe, nadie pregunta, nadie le interesa, todos quieren ayuda, les brindare mi hombro y mi atención cuando tengan algún problema, les brindaré lo mejor de mi, una cálida sonrisa y abrazo de oso, lo que quieran, asi me hacen sentir tan bien y puedo decir que soy feliz, feliz por el momento, feliz por ti, feliz por saber que algo puedo hacer bien, feliz porque a pesar de que sienta dolor yo le pueda alegrar a alguien. A veces te sientes distante mío, a veces tus ojos mira con discreción los míos, a veces no quieres compartir conmigo tu vida, bueno estará bien si lo ves así, no quiero obligar a nadie nada...

Por último, no deseo que esto sea algo triste, aunque imposible no serlo, pero es la mejor parte de mí que ofrezco a las personas: mi sinceridad. Mi honestidad y mi transparencia con mis sentimientos, esos que a veces no pueden salir y se escapan en los momentos menos deseados, esos que me hacen parecer fuerte ante tal derrumbe de mi alma y mi tristeza mezclada en una licuadora que solo sirve mi realidad, aparentar hacer lo correcto por la lógica cuando quiero seguir mis instintos, querer decir mil y una cosas que no afloran, aun no afloran adecuadamente.
Mi música, mi inspiración, mi tristeza, mi pasión, mi agonía y mi paz...

sábado, 20 de octubre de 2012

Encontré de nuevo...

Encontré de nuevo tus ojos de cristal, todo estaba tan azul , el dia tan agrio y mis palabras
tan ásperas que se marchitaron, asi como cuando ando caminando por la calle sin rumbo alguno
que me hace perder entre la obscuridad de tus iris deslumbrantes.
Encontré de nuevo tus ojos de cristal, ayer, pude ver tus pupilas dulces y sentir el sabor de tu amor,
de tu cristal, de tus ramas calidas...pero hoy ya todo se esfumó..
Pero volví a encontrar de nuevo esos cristales, tu mirada brillante, tu destellos..definitivamente no
encuentre alguien con ese rojo suave, tu piel y tus pasos verdes.. tu dulce sonido purpura y claro, ya no .
Quise escapar de esos cristales, esconderme, pero me encontraron, y tu piel, y tus pupilas, y tus ramas que estaban ya frias, no dejaban irme... y no quise irme.

viernes, 19 de octubre de 2012

Images





20 Hechos que te haran sentir viej@

  1. Windows XP fueron lanzados hace una década, en 2001.
  2. El "nuevo" milenio ya ha cumplido más de una década.
  3. El Beeper y el Tamagochi pasaron de moda hace 15 años.
  4. Ya han pasado diez años desde el ataque del 9/11.
  5. Matrix se estrenó hace 12 años, Keanu Reeves tiene 46 años ahora.
  6. Solo hombres y mujeres mayores de 21 años saben quien es Goku, Seiya, Sailor Moon, Ranma, Oliver, Mazinger, Leono, Charrizar, Rita Repulsa Topo Yiyo y Xuxa (la Brasileña)
  7. La Madre Teresa y Lady Di ya llevan muertas 14 años.
  8. Macaulay Culkin tiene 30 años ahora. "Home alone" se estrenó hace 20 años.
  9. Terminator 2 ha cumplido 20 años. Edward Fulong, que protagonizó el papel del niño John Connor, tiene 33 años ahora.
  10. Sean Connory (el primer James Bond) tiene 80 años y está retirado.
  11. La más joven de las Spice Girls tiene ahora 35 años; el más viejo de los Backstreet Boys, 39; Gwen      Stefani tiene 41 años, Madonna, 52. Y Michael Jackson ya se murio.
  12. El primer libro de Harry Potter salió hace 14 años.
  13. La primera temporada de FRIENDS se estrenó hace 17 años. Ni hablar de SALVADO POR LA CAMPANA.
  14. Niños nacidos en 1993 legalmente ya pueden beber, conducir y votar este año.
  15. Jurassic Park es más viejo que Justin Bieber (quien nacio en 1994).
  16. El juego de Mario Bros fue estrenado en 1983 y su aparicion en la consola de Nintendo (junto al juego de disparar a los patos) fue en 1985- hace 26 años!
  17. Ronaldo (el fenomeno), Romario, Batistuta, Rivaldo, Roberto Carlos y Zidane ya se retiraron del futbol.
  18. MySpace, Hi5, AIM, y el Messenger pasaron de moda hace 6 años
  19. Niños, que conociste con sus pañales, están subiendo sus fotos en Facebook.
  20. Youtube ya tiene 6 años y Facebook ya lleva más de 7 años dando vueltas por ahí.


Si tu sabes a que se refieren estos hechos definitivamente…. ESTAS VIEJO!

Recuperado de: plus.google.elcoronelgenial.

Stand by me Bossanova

sábado, 6 de octubre de 2012

The carpal tunnel of love

Este es uno de mis dibujos favoritos, si..algo sangriento pero el dibujo va bien acompañado de una cancion y sobretodo por una de mis bandas favoritas, lamentablemente se separo..aunque se habla de un posible reencuentro..aun no pierdo las esperanzas...FALL OUT BOY

Gritos en la Oscuridad


LA HUELLA DE UN ADIÓS


Era un día frío como advirtiendo el viento que el día iba a ser triste, pareciendo que el sol se hubiera ocultado al enterarse de nuestra salida.

Nos reunimos después de seis años, quedamos en salir a pasar un día feliz, pero fue inevitable recordar a una amiga, era una reunión de chicas.
No podemos olvidar aún lo que pasó hace seis años atrás.
Fuimos amigas desde la infancia y yo le guardaba un profundo aprecio igual que mis otros compañeros.
Su nombre me sonaba como la de una princesa, me parecía raro realmente.
Recuerdo que salíamos a jugar jases, o con muñecas (se nos pasaba rápido las horas), con unos ‘celulares’ o los vasitos de antaño del cual nos llamábamos. Era alegre y un poco despistada en clase, muy enfermiza pero una gran amiga.
Ya hemos salido de la Facultad y cada quien hizo su vida, no nos alejamos y aún, después de esos años seguimos acongojados y lúgubres ante ese hecho…

No había dejado de pensar en él desde que lo vio.
Fui testigo de lo que sentía Agnes. Era  tranquila pero ese chico la transformaba. Lo espiaba a veces. Donde volteaba de casualidad estaba él y mirándola con unos ojos que paralizaban su cuerpo dejándolo frío. Siempre ocurría cuando lo encontraba de casualidad. Ella volteaba, él volteaba y se miraban directamente a los ojos, sonreían solapadamente y Agnes agachaba la cabeza.
Venía diciéndome a veces que lo odiaba, que le asustó, o que la miraba como un bicho raro e infinidades de cosas que ya no recuerdo, ella las traducía así a pesar de que ni se hablaban.

Como aparente remedio, le presentaron a un chico que era muy amigo de Lina - su nombre completo era Lionela pero le decíamos Lina de cariño. Su padre era muy aficionado al fútbol y le iba a la celeste,  por eso su nombre.
Ella no quería pero Lina la convenció con su magia, esa que, muchas veces, nos hacía ‘querer’ a lo que más odiábamos.
Pasaron varios meses después que conoció a Raúl, que se volvió también, amigo mío. Era una persona de las que ya no hay ahora, esas que pareciesen se hubieran quedado (o retrocedido) en los años 50, tierno, dulce en el hablar mirándote a los ojos, un hombre (como me decía Lucía) con ‘H’ mayúscula y muy confiable.

Pero aún así, no olvidó a ese chico....


Maldecía cada vez que recordaba el día en que le presentaron a Gerardo. Él se había enamorado de Agnes – aunque más parecía que estaba celoso de Raúl y lo rechazaba totalmente, pues este ahora se robaba las sonrisas de mi risueña amiga –, por eso se hizo muy amigo mío y de Lina, nos llevábamos bien pero resultaba pesado ya que nos quería acompañar a cualquier lugar, le presentaron a Agnes y ahora los cuatro andábamos juntos. Creo que pasamos mucho tiempo así.

Estuvimos presentes cuando él le dijo que la amaba – Lina me miró preocupada y yo a ella, Raúl nos contó días atrás que esperaba el momento oportuno para declarársele -, la tomó de las manos y mirándonos esperó respuesta de Agnes pero ella quedó muda en el momento en que él le dijo ‘¿tú no me amas?’.
Nos tuvimos que retirar aunque los observamos desde el muro de los salones hasta que el prefecto nos encontró.

Se hundió en el profundo y espeso color de sus ojos. Esos que muchas veces lo sentía frío y que la envenenaba en amor. Lo último que vi fue que Gerardo la cogió de los brazos y la besó. No sé si habría aceptado.
Agnes nunca olvidaría ese beso pues la había hechizado y a pesar de que lo empujó con desdén, él le dijo que la amaba pero ella se alejó corriendo.
En clase la vimos mal, confundida, feliz, se le veía a simple vista: enamorada…Nos sentábamos en fila para estar cerca pero ella no habló. Y Gerardo no entró a clases.
(Ese es un mal terrible, digo que cuando estás en ese estado se te adormece el cerebro hasta el punto en que no puedes pensar).

Terminado la clase nos contó lo que había sucedido. Lina y yo quisimos decirle lo de Raúl pero le íbamos a malograr el plan, así que callamos. Tampoco le podíamos contar a él.

Lo que pasó al día siguiente me lo perdí ya que ese día falté, pero me lo contó Lio: en el receso, Gerardo se disculpó con Agnes y le preguntó, esta vez ‘formalmente’, si quería ser su novia, ella tardó en contestar pero aceptó…no sonrieron sino que se quedaron pegados en un abrazo profundo (claro, como siempre hasta que el auxiliarsucho los encontró y los amonestó).

No podíamos negar que cuando estuvo con Gerardo se la veía muy feliz, (aunque el prefecto se propuso malograrle el romance vigilándolos), y sobretodo con ganas de seguir estudiando en la carrera de Estomatología.
Estábamos ya en el quinto ciclo y Gerardo también, pues se encontraba repitiendo.
Raúl de igual forma estaba en la misma aula y ya se había enterado de lo de Agnes. Yo lo veía un poco triste.
Lina me dijo que era un bodrio de persona pues era un cínico y otras cosas más – yo no entendía por qué lo decía tan molesta. Después me lo explicó.
Su relación sólo se mantuvo un par de meses porque durante una fiesta, él conoció a Lesly que le simpatizó  mucho y se veía a escondidas con ella.
Ella era la ‘popular’ del aula, cualquier chico que le gustaba cualquier chico que seducía y muchas veces lo atrapaba. Y eso hizo con Gerardo.

Por lo visto, Agnes se enteró poco después, ya que fue a casa de Lina muy amarga y lloriqueando...  –  eso fue lo que me dijo.
Raúl no se alejó de nosotras y mucho menos de Agnes, estuvo con ella en todo momento.
Agnes no soportaba lo que le había sucedido. Lina fue de viaje y me quedé con ella, tuve que ayudarla y aunque utilicé las armas psicológicas para comprender y dar consejos…ella se deprimióL. Y eso que quería estudiar psicología. No sabía que más decirle.
Se la veía decaída. No era para menos pues Gerardo era su gran amor, su primer amor y al que ella estaba esperando que llegara. Sin embargo, ¡eureka! decidió reflexionar y no tirar todo al tacho por una persona.

Cuando nos reunimos para hacer un trabajo, vimos a ese personaje no deseado.
Pasaba cerca a la casa de Agnes y ella tenía que lidiar con eso todos los días, ya que siempre se encontraban por el camino pero ella se alejaba.

Fui muy feliz a su lado – me dijo – toda esa felicidad y aquellas sonrisas fueron aparentadas pues quizá Gerardo nunca fue feliz conmigo… –con esas palabras casi me echo a llorar junto a ella, estuvo muy sensible ante ese hecho. Sobretodo por la canción de fondo que escuchaba en ese momento, que decía: ♪‘no tienes una idea de la soledad pues ya estás con alguien más, el tiempo te va enseñar…♫’
Seguía recordando lo feliz que fue al lado de Gerardo y lo tan corto que fue su felicidad, – siguió así y por eso no pudimos presentar el trabajo…
Y para colmo de mal, Gerardo ni siquiera tenía idea de por qué Agnes estaba molesta. Ella sabía que solo se veía con Lesly pero no si sucedió algo entre ellos…
Lina regresó después de cinco días.
(Pienso que cuando estás en la facultad o ya eres una persona joven y compartes problemas en la que uno/a puede ayudar, consigues amigos y ellos son los que realmente te apoyarán; las tres éramos inseparables, éramos como hermanas)J.

Gerardo no nos dejaba de hablar – a Lina y a mí –. Nos decía que convenzamos a Agnes para que lo perdone y se reconcilien. Yo no aceptaba eso pero se lo dije y dependía de su decisión.
Busqué un momento apropiado para decírselo, sabía que se molestaría conmigo pero Gerardo se había convertido en un amigo más y a pesar de los reproches que le hice, lo ayudé.
Agnes me hizo recordar toda mi niñez, de aquellos juegos, de lo que compartimos…cuando le dije sobre Gerardo pero resultó perdonándolo y volvieron a estar juntos otra vez.

Se podía decir que esta vez estuvieron muy juntos ya que raras veces nos reuníamos en el receso para charlar.
Y cuando lo hacíamos, nos acompañaba Gerardo y poco a poco nos llevamos muy bien con él – digo ‘nos llevamos’ porque a Lina no le simpatizaba mucho después de lo ocurrido y a mí me fastidiaba que le haya mentido.

Yo lo veía como una persona que no confiaba en nadie, dolido por alguna cosa, parecía una persona reprimida y sola, sentía que debía ayudarlo en algo, conversar  pero no sabía qué.

Por estar más tiempo junto a él, se alejó de nosotras.
Volvimos a hablar con ella, pero no era como antes, ya no hacíamos los trabajos juntas, no nos reuníamos en el recreo. Nos separamos de ella. A veces me hablaba por teléfono, creo que me había ganado el título de consejera a pesar de los inútiles esfuerzos que hice para que no se deprimiera. Me contaba sus planes para salir las tres o algo de Gerardo o simplemente trabajo. La notábamos otra, no sé era algo distinto en ella, sólo contábamos junto con Lina, Raúl, Stephani y Clau sobre cómo la veíamos y lo que nos decía.

Ella sin darse cuenta se había obsesionado con él, no lo dejaba solo en ningún momento, e incluso se puede decir que soñaba con él, porque se acercaba a nosotras diciéndonos “chicas, les cuento…”.  Y nosotras con las orejas muy paradas.

Creo que la enamoraba más con esas cursilerías que escribía: una vez se le cayó un papelito de su cuaderno y nos comenzamos a reír de sus ‘lindas’ frases, aunque sí eran tiernas. Estaba tan despistado, se le veía repetir cosas (creo que era lo que había escrito en clase) – En seguida se dio cuenta de lo que nos reíamos al buscar en su librillo.
Llevaba una guitarra cuando no escribía sus poemas, se colocaba en el centro del patio y le cantaba (suspirando snif).  Eran un par de locos…

(Muchos piensan que eso era de años antiguos y muy cursis como los consideraba yo, pero la verdad es que cuando un hombre demuestra sus sentimientos los hacen más atractivos y más humanos, de eso me di cuenta hasta hace pocoJ).

Pero lo peor de él es que consumía drogas. No sé si solo probó o los consumía pero Agnes se hundió junto a Gerardo. Eso fue el inicio de la tragedia.
Agnes empezó a consumir los narcóticos y sus padres empezaron a verla tan extraña en su comportamiento.
Volvimos a conversar con ella, yo también la veía extraña, más que la otra vez.
Como ellos se fiaban de Raúl, le dijeron que hablara con su hija pues quizá la ayudaría,  además que eran buenos amigos. La señora ni se acordó de nosotras, aunque sé que no hubiera cambiado en nada la situación.

Raúl al escuchar eso se preocupó mucho, que fue de inmediato a hablar con Agnes.
Él le preguntaba qué le sucedía pero Agnes no le dijo nada ya que no sentía que confiaba en él plenamente. Raúl antes de marcharse se confesó: le dijo que la amaba, que la quería demasiado, que nunca la sacaría de su corazón, que nunca la olvidaría y que lo llamase si lo necesitara pero Agnes siguió indiferente.
Raúl había dicho todo lo que sentía y que había escondido desde tanto tiempo pero ella quedó acostada en su cuarto mirando el techo, no reaccionó ni con una pizca de sensibilidad a lo que había oído. Raúl, casi con las lágrimas por caer, se retiró.

Al no conseguir nada, Raúl dijo que posiblemente es por depresión o algún problema que tenía.
Sus padres temían por ella. Era la única hija que tenían y a la cual le entregaron todo para que sea feliz. Fue quizá que en eso fallaron.
La mayor sorpresa que se llevó la señora Marissa fue cuando entró al cuarto de su hija para hablar, pues seguro tenía problemas con su novio, pero no estaba y encontró en su mesa un papelito muy pequeño que al abrirlo se espolvoreó en el piso como harina, apareciendo en ese momento Agnes. Su madre quedó horrorizada por lo que había visto y no podía explicárselo. Marissa salió rápido y Agnes corrió tras ella pero se quedó por el pasadizo.

Marissa le informó esto a Piero, el padre de Agnes, y decidieron llevarla a un internado médico para su tratamiento. Al escuchar esto Agnes se fue a su cuarto, donde llamó a Gerardo y le contó lo que había oído. Ella no quería que la separasen de su amado.

La internaron. Gerardo no pudo hacer nada pues al ir a la casa de su amada, los padres no lo dejaron recibirla diciéndole que no estaba. Agnes salió corriendo a abrazarlo ya que él gritaba su nombre.
Sus padres eran débiles de corazón pero esta vez trataron duramente a Agnes y a Gerardo. Le hicieron responsable de lo ocurrido y le prohibieron verla.
Los separaron…
(Una persona que no tiene carácter no es una persona sino una cosa…y los padres dejaron de ser objetos de la sensibilidad)
En el internado quedó un par de meses. En el examen psicológico le detectaron trastorno bipolar y consumía las drogas por problemas que tenía… se comunicaba con Gerardo, a veces con Lina pero poco después le prohibieron el celular. Gerardo la extrañaba mucho y aunque podía buscarse otra novia como lo hacía regularmente, no lo hizo porque era un sentimiento totalmente diferente a los  que había sentido antes. Él la amaba mucho y dejó de consumir los estupefacientes para ayudarla.

La extrañaba mucho, se le veía tan mal y no le importaba tampoco sus clases, me contó lo que había sucedido, y me daba lástima, por eso quise ayudarlo pero sus padres ya estaban decididos.
A Gerardo se le ocurrió vivir con Agnes. Salieron del internado a 2 meses del tratamiento que la mejoró un poco.
Ella fue a su casa a recoger algunas cosas y decirle a su familia que se iba a vivir con su novio. No sé lo que ocurrió allí, Gerardo no dio testimonio de eso pero al final ellos lograron salir.  

En la calle ellos se dirigieron para la nueva casa en donde vivía con unos amigos.
Marissa no sabía nada de esto y al llegar, se echó a llorar y pedía que vuelva Agnes pero fue en vano. Piero la consolaba.

Llegaron pronto a casa avisándoles a sus amigos el ingreso de su novia, presentándola ante su ‘familia’.
Algo en la mirada de Bryan le había penetrado en el alma y ella desconcertada recordaría en aquellos ojos a Raúl, a su conciencia o a lo que le dijo aquella última vez que lo vio.
Bryan era un chico atento y amable, seguía en el colegio, en el último año.
Zoe era una chica adulta, de estatura baja, cabello lacio y rojizo, piel pálida y de contextura delgada, era novia de Esteban y pensaban mudarse después de su boda.
Seguro su agradable sonrisa le había capturado a Esteban o quizá sus ojos de rasgos orientales le agradaban, por el contrario Esteban, era alto, de ojos pardos, cabello oscuro y atrincherado, nariz respingada y dulces labios rojos, era muy agraciado, pero no lo tanto para que Agnes dejara de pensar en Gerardo con su tierna y penetrante mirada que desataba en ella una pasión de mucho afecto, pareciendo a veces que la hipnotizaba con sólo verla y quizás eso fue la clave para que durara su relación.

La casa no era tan grande pero era lo suficiente para que estén cómodos y tranquilos.
Agnes estaba muy feliz en aquel lugar, pero en la noche recostada en su cama recordaba lo tan estupendos que fueron sus padres y sentía que no era esa la forma de luchar por un amor, dejando a sus padres que tanto la amaron…

Los quiero pero no me entienden – dijo ella haciendo caer su brazo en la cama – no pueden entender que también amo a Gerardo y siento que esta vez no me estoy equivocando como otras veces…yo quiero ser feliz y no puedo sentirlo plenamente a pesar de que esté con él y es sólo por ellos – siguió pensando, viendo a su amado yacer dormido en la otra cama, viéndolo dulcemente y hasta le parecía muy atractivo aún dormido.

Los padres pensaban que solo era un capricho de adolescente, que iba a volver a casa pero se equivocaron. La extrañaron muchísimo.
Nunca los había visto llorarL, parecía que se sentían culpables ante tal hecho. En el sepelio se echaron a mares de lágrimas, recordando a su hija por presencia de Helena, lágrimas que además contagiaba a los presentes.

Agnes despertó pero no encontró a su  novio por ninguna parte. Salió del cuarto con cierto temor y cuando caminaba vio a todos reunidos en una mesa dándole la bienvenida…
 Ella se familiarizó rápido con ellos.

Cuando cierta vez Agnes y Gerardo fueron a la Facultad me enteré de todo esto.

Nos habló de sus nuevos amigos. Zoe se convirtió en su mejor amiga junto con Esteban y ellos eran sus nuevos consejeros.
Pasaron 2 semanas y ella dejó la Facultad, se trasladó a otra después de enterada que sus padres habían puesto una denuncia por ‘secuestro’, ya que pensaban que Gerardo le había metido ideas en la cabeza porque ella no estaba del todo recuperada.

Me comunicaba a veces con ella y se la escuchaba mejor. Ya había salido del vicio, creo, pero no volvía a casa.
Los días corrieron.

A pesar de que Agnes no estaba sola, extrañaba a sus padres, los quería llamar pero cómo, y además pensaba que si la veía Gerardo, él podría decepcionarse (esas fueron las pocas veces que yo hablaba con ella y no podía solucionar su dilema).

Pasó un mes y ninguna noticia de Agnes, Marissa estaba muy triste y Piero la consolaba, eran una pareja que se apoyaba mucho pero la fuga de su hija rompía a veces muchos lazos entre ellos. La extrañaban mucho, al escuchar sonar el timbre, Marissa corría a la puerta pensando que era su hija pero al ver que no era así, se deprimía mucho; igual estaba Piero, escuchaba el teléfono pero como no era Agnes miraba muy triste a Marissa. Hubo un hondo hoyo en sus corazones y la llenaron con desesperanza y tristeza.

Ese mes fue oportuno para Agnes porque confortaron su relación de amor y comprensión. Ella extrañaba mucho a sus padres y teniendo la posibilidad de un celular que le dio Gerardo, llamó a casa contestándole su madre. Él le había dicho que si los extrañaba demasiado los llamase pero Agnes no se atrevía.

El primer intento fue en vano pues no dijo palabra alguna porque al escuchar el ‘aló’ de su madre, colgó.
Se llenó de valor e intentó llamar otra vez a casa pero entró Zoe. Ella quería invitarla a salir, Agnes se puso nerviosa y le contó lo que pensaba hacer y Zoe como mejor amiga le dijo que podía confiar en ella y la animó a llamarlos.
-Aló...
-Hola, mamá...
-Agnes!... ¿cómo estás? -  añadió llorando después de un largo silencio
-Bien, mamá…y tú ¿estás bien? ¿Papá está bien?
-Sí hija... ¿Estás con ese chico…?
-Sí, mamá…estoy junto a Gerardo…
-Por qué no vuelves, hija.... te extrañamos...
-Yo también los extraño, los quiero mucho pero este es mi nuevo hogar.
-Está bien, aceptaremos tu relación con ese chico si vuelves a casa…
-Sólo los visitaré pero quiero que retiren esa denuncia en contra de Gerardo…
-Hija,  tienes que regresar. Lo único que hizo ese chico fue separarte de tu familia…
-Quiero estar con Gerardo…Además ya estoy recuperada y él no tiene la culpa de nada…Yo lo quiero mucho y él a mi.
-Solo te quiero decir que nosotros te vamos a recibir cuando regreses a casa…- dijo Marissa demorando en contestar.
-Cuídate...te amo, mamá.
-Yo también…
Y colgó.
Ella era hija única y a pesar de que siempre estuvo bien cuidada y sentía calor en casa nunca pudo decir un te quiero, era extraño para ella pues tampoco lo había escuchado de sus padres, sólo muestras de cariño eran abrazos y besos, a veces en ocasiones ameritadas por premios en el colegio u otras cosas, ninguno con palabras.
Era la primera vez que le decía te amo a su mamá y lo sintió tan placentero y nostálgico que se echó a llorar.

Los policías seguían tras los pasos de los jóvenes enamorados pero dejaron de hacerlo a petición de la familia Prada: ellos estaban esperanzados de que Agnes vuelva pues ella los amaba mucho. Marissa sabía que ella volvería por ‘intuición maternal’.

Zoe dejó a Agnes descansar y salió del cuarto.
Agnes aprovechando el momento, quería rebuscar debajo del ropero de Gerardo. Sentarse en su cama confiada de que nadie estaba ya en casa y comenzando a absorber todo lo que había encontrado en ese pequeño papelito, pero tenía miedo que la descubriera Zoe. Sólo fue un pensamiento, pudo vencer la tentación. En realidad ya se estaba recuperando.
Bryan había llegado a casa más temprano que de costumbre y como Gerardo todavía no venía, se dirigió a su cuarto y abriendo un poco la puerta observó a Agnes echada en una cama. Se le quedó viendo hasta que ella volteó y lo vio. Preguntó quién era, levantándose, él ruborizado respondió:
-Hola, soy Bryan...umm... el profesor  me dejó un recado para Gerardo pero olvidé que llega más tarde… lo siento...
-Bien,... pero dime, yo le diré cuando regrese...
-No te preocupes... yo le digo cuando vuelva... chau...
-Chau… no!... espera...
Bryan salió rápido. Agnes quería conocerlo bien porque era el único con quien no cruzaba muchas palabras,  pero cuando salió ya no estaba...

Gerardo volvió después de un rato. Saludó a su amada Agnes y le dio una rosa muy roja que parecía bañada en sangre pero con perfume del paraíso. Ella le respondió con un dulce beso.
-¿Quieres ir a una fiesta...?
-Umm – demorando en contestar– pero nos siguen buscando…
-No nos van a separar. ¿Tienes miedo?... te dije que yo te iba a proteger...
-Te amo y no quiero que te pase nada por mí...
-Escucha... (Dijo aclarándose la garganta)... “yo necesito de ti para que mi vida tenga sentido. Sin ti yo moriría, es algo tuyo o algo mío, no lo sé pero con tan solo verte y saber que estás a mi lado siento que vivo y a la vez muero por ti”.
-(ruborizada) ¡Qué lindo!...pero no creo que podamos ir
-¿Por qué?!... Vamos, te quiero presentar a mis amigos...
-Pero solo un momento…eh?
Y Gerardo le dio un beso a Agnes.

Bryan estaba viendo detrás de la puerta. Le gustaba Agnes a pesar de haber sólo cruzado algunas palabras con ella. Le tenía un gran recelo a Gerardo. Vio con gran tristeza toda esa escena y antes que Gerardo le diera otro beso a Agnes, Bryan tocó la puerta desesperado. Lo recibió Gerardo y rápidamente le dijo que el profesor Salaz le iba a dar una última oportunidad para que presentara su trabajo porque sino lo reprobaba  y ya entrando al último ciclo.

Gerardo entró dejando la puerta entreabierta diciéndole ‘bueno verás que estoy ocupado así que si le puedes entregar al profesor...’, pero Bryan mirando a Agnes y después volteando le dijo ‘no puedo, tienes que ir tú porque lo tienes que exponer’... Gerardo un poco molesto le dijo que le inventara alguna excusa porque iba a salir pero Agnes le dijo, para calmarlo, que ella le iba ayudar en su exposición y que después de terminado, iban a ir a la fiesta. A Gerardo sólo le quedó aceptar porque quería divertirse.

Para ir a la universidad, Gerardo se puso unas gafas negras, con el cabello alborotado y de la mano con Agnes quien también llevaba unos lentes oscuros con el cabello suelto y un gran saco color café.

En la calle pasaron desapercibidos.
La exposición fue un éxito. Agnes lo ayudaba con las palabras porque a veces se le olvidaban, fue una buena exposición pero lamentablemente  tarde.

Agnes había llegado a la vida de Gerardo como un ángel guardián porque lo ayudaba mucho; pero Gerardo no fue así con Agnes, más bien la había inducido en un mundo de adicción y locuras, pero enseñándole un amor ‘indestructible’.

Fueron a casa, se cambiaron y salieron. Esta vez Bryan no pudo hacer nada para detener a su amada Agnes.
Fueron a una casa que comenzaba a invadirse del sonido de guitarras y baterías, las personas iban llegando. Adentro había  un pequeño escenario y detrás por unos pasillos una cocina de donde sacaban licores y refrescos, casi toda la casa era la sala en donde ya empezaba el espectáculo.

En la fiesta, Gerardo presentó a Agnes ante sus mejores amigos, eran los que le habían ayudado a fugarse, pero ella no los conocía.
Joe era un chico alto, de ondulados cabellos castaños, ojos claros y una linda sonrisa. Benjamín o Ben, para los amigos, era un chico alocado, de cabellos oscuros, con un look extraño y rebelde como su alma. Ellos eran artistas.
También tenían una banda de rock, esa eran sus vidas.

A Agnes le simpatizaron porque además de ser graciosos, le empezaron a contar sus anécdotas que también eran graciosas, igualmente parecían que se llevaban mal, discutían, hacían bromas, eran de buena ‘onda’ por eso se volvieron sus amigos confidentes.

En uno de esos bailes con almohadas, al que ahora llamamos ‘pogo’, Agnes pareció ver a alguien conocida, pero no recordaba quién.
Era una chica de cabello café, delgada y de una gran sonrisa. ‘Stephani’- pensó ya que ella la había visto y quería salir de allí porque pensaba que estaba con Raúl y él le diría a sus padres, pero no sabía cómo salir ya que Stephani se estaba acercando. Aunque ella no estaba enterada de su fuga.
-Agnes? Hola!
-Ahmm... hola!... – contestó Agnes como si no la conociera.
-Soy Stephani, ¿te acuerdas de mí?
-Sí, claro, ¿cómo estás? – dijo un poco nerviosa.
-Bien, y tú ¿por qué te fuiste de la Facultad?
-Umm, bueno es que tenía problemas pero ya está todo tranquilo…
-Pero ¿vas a volver?...
-No, ya estoy en otra universidad y ya finalizo…
-Bueno y ¿viniste con alguien?
-Sí, con Gerardo por la fiesta de sus amigos.
-y ¿Raúl...vino contigo?
-No…ya no estoy con él…
Joe apareció con unos refrescos presentándole a Agnes a su novia Stephani, a la que ya conocía. Luego se acercó Gerardo y tomó de los brazos a Agnes diciéndole ‘quiere bailar, señorita’, ella aceptó y se despidió de Stephani de un gesto cerrando su conversación.
Esa música romántica aunque fue sólo una se sintió que duraba demasiado, abrazada de Gerardo, bailaban una canción que era cierta en su realidad: ’I will always loved you♥’

De pronto, al terminar la canción, Ben, se subió al escenario saltando con su guitarra y anunció que su banda iba a tocar. Tan sonriente como siempre mandó un saludo a su mejor amigo Gerardo y a Agnes.

“Sins or Tragedies”, es el nombre del grupo en el que Joe toca la guitarra; Marko, la batería y Ben, cantaba y tocaba el bajo.
Su primera canción fue tributo a mi grupo favorito, me hubiera gustado estar allí. La canción se llamaba ‘Fame Infamy♫’.

Mientras tocaban una segunda canción propia titulada “shut up”, Agnes había encontrado con la vista a Stephani y no la dejaba de ver porque desconfiaba de ella, pensaba que le iba avisar a Raúl. Se dio cuenta al observarla que, ella veía a Joe tocar la guitarra, quedando fascinada, sintiendo el sonido que emitía dicho instrumento.

Ya no le caía tan mal, Agnes sentía que se parecía un poco a ella.
Esa música representaba todo para Gerardo pues era como un reclamo a la sociedad de la incomprensión de la juventud y todos aún él, coreaban la letra.

De la nada se le vino a la mente el recuerdo de Raúl, pues él siempre fue sincero con ella y resonó esa frase que le había dicho antes que ella fugara ‘te quiero mucho y nunca te voy a olvidar’. Eso a ella la dejó tan pensativa que ni con un abrazo de Gerardo pudo olvidar esa idea, quedó muy fría por esa frase y parecía que renacía un sentimiento especial por el recuerdo de Raúl.
Por dentro, Agnes sentía algo extraño, quería volver a casa y abrazar a sus padres, decirles que los amaba, decirles que nunca más se iban a separar pero también sentía que debería hacer su vida junto a Gerardo.

La fiesta no duró mucho porque Ben y Joe recibieron una llamada y tuvieron que cancelarla, se llevaron a Gerardo a un lado de Agnes para decirle algo por la llamada que habían recibido. Cuando todos se fueron Gerardo salió preocupado pero no le dijo nada a Agnes y se marcharon.
Llegaron a casa a medianoche.

Agnes sólo lo miraba tan decaído pero al preguntarle qué le sucedía él sólo le dijo que la amaba y que descansara.
Al siguiente día fue lo mismo, ella le preguntó pero sólo respondió ‘un problema en la Universidad’.
Agnes visitó a Joe y Ben preguntándole sobre qué le ocurría a Gerardo pero no le contestaron. Ella le contó cómo había visto a su novio pero le dijeron que son sus asuntos y que es confidente. Ella no se enteró acerca de la llamada, pasaron varias semanas queriendo enterarse pero no lo logró.
Gerardo era poco de contar sus problemas.

Una noche, Bryan escuchó la conversación de Esteban con Zoe refiriéndose a lo que le habían descubierto de Agnes y no lo creía, pensaba que ella era una chica sana pero decidió salir de dudas.
-¿Eso es cierto? –entró exaltado Bryan
-¿Qué haces aquí?... ¿qué has escuchado?
- Es cierto que Agnes está metida en ese vicio...
-Bueno, sí... creo que sí, no estoy muy segura pero creo que era droga lo que estaba consumiendo y no sé si Gerardo las tiene...
-¿Él indujo a Agnes...?
-Creo que es lo probable. No digas nada, que nosotros vamos a tratar este problema
-No! yo lo haré...
-Tú no vas a decir nada, Bryan!!...y además no hablas mucho con Agnes a pesar de que lleva ya mucho tiempo aquí…
-Claro que sí!... lo pondré en su sitio por hacerle eso a ella
-... (Silencio). ¿Te interesa Agnes?
-(mirando hacia otro lado)... sí, la quiero mucho...por eso yo quiero hablar...
-Tú no vas a decir nada!... oye adónde vas?..Espera!
Y Bryan salió rápido.
No encontró a Gerardo pues había salido con Agnes a la fiesta de Joe y Benjamín en su casa.

Habían asistido las mismas personas de semanas pasadas, incluso Stephani que divisó a Agnes frente al ‘estrado’, donde tocaba la banda, al lado de Gerardo.

Fue una noche estruendosa.
Gerardo y Agnes se quedaron allí toda la noche entre bebidas y canciones.

Al día siguiente se encontraron solos echados en un sofá muy amplio por un pasillo al lado de un inusual sótano. Agnes no recordaba nada y le dolía la cabeza por la resaca de la noche anterior y al querer despertar a Gerardo que estaba a su costado, Joe apareció con Stephani.
-Hola!... buena noche ayer...
-Sí... pero qué dolor de  cabeza...
-Por la resaca... a Stephi le pasó lo mismo y bueno, tengo que llevarla a casa... ah! No creo que Gerardo se levante pues se tomó demasiadas copas...
-Oh! Si... le va a doler la cabeza igual que a mí...
-Cuídate...
Y Joe salió cargando a Stephani llevándola en su carro.
Agnes se recostó al lado de Gerardo y quedó dormida

Mientras tanto, Bryan tan preocupado estaba sentado en la sala esperando a Gerardo y a Agnes, porque después de lo que había escuchado quería encararlo.

Cuando Gerardo despertó, Agnes estaba profundamente dormida, él se levantó  se vistió y se volvió a echar al lado de ella, que con un beso había despertado, la abrazó y quedaron echados por un buen momento.
Luego se levantaron y marcharon a casa.

En el camino se contaban las cosas que habían visto en la fiesta y que le parecieron graciosas, y de lo bueno que estuvieron las canciones.

Al ingresar a casa vieron a Bryan muy molesto pero al preguntarle no respondió pues se quedó mudo al ver a Agnes y tan solo dijo que quería hablar con Gerardo. Ella se fue a su cuarto. Bryan comenzó con las preguntas diciéndole dónde se habían ido pero Gerardo no le contestó. Antes de que Gerardo se marche, él le dijo sobre las drogas y le comenzó a gritar y le sacaría todo en cara si es que no hubieran aparecido Zoe y Esteban
-¡Basta Bryan!...
-No pensaban hablar con él, pues adelante!
-Sobre qué.... ¿también me piensan decir adónde fui?
-No Gerardo, esto es serio
-¿Qué pasa...? – dijo Agnes que se acercó por la discusión
-No, nada Agnes ven conmigo... – Zoe se la llevó hacia fuera
-Ahora sí vamos a hablar Gerardo... – dijo Esteban con decepción
Y todos se sentaron y comenzó a hablar calmadamente porque sería peor una discusión además que era su amigo...
-Desde cuándo consumes esas cosas...
-¿De qué hablas...?
-De las drogas…
-Ya dejé el vicio, además fue solo una vez... ya no tengo más de eso
-El otro día, Zoe encontró unos de esos papeles en el tacho y piensa que es tuya... sabe Agnes de esto también...
-Sí pero ella no las consume,...
-Pero quizá sabe dónde la tienes y fue ella que lo consumió...
-No, ella no coge eso...ella no está metida en esto. Y si es que fue así, mañana las desecho, no quiero que reincida…
-No mientas!, estás destruyendo a Agnes... eso significa que no la amas – intervino Bryan un poco alterado
-Claro que la quiero y no voy a hablar más...
Gerardo se fue confundido y pensando en lo que le habían dicho.

Zoe dejó sola a Agnes con Gerardo.
Él le preguntó de inmediato a ella sobre si seguía consumiendo drogas pero ella contestó que no y él le creyó. Agnes imaginó que solo fue un pensamiento y no realidad, quizá si había consumido y Zoe la había visto.

Todos los días fueron las mismas rutinas de siempre.
Ese día Agnes intentó llamar a su familia. Los extrañaba tanto, quería abrazarlos y decirles que los amaba pero no se pudo, Gerardo no fue a estudiar, sólo fingió irse y al regresar y no encontrar a nadie tuvo que conversar con Agnes.

Lo que le dijo fue cómo se sentía, porque Gerardo hacía tiempo ya que se sentía sofocado dentro de esa casa, por eso las preguntas.
Pero acabó la conversación cuando Bryan entró corriendo a casa y Gerardo tuvo que ir tras él. Se despidió de Agnes y salió dejando inconclusa su conversación.
Esperó a Bryan afuera. Estaba distinto. Quería decirle algo pero no sabía qué .Nomás se le ocurrió decirle que sí amaba a Agnes y se retiró.

Agnes extrañaba mucho a su familia e intentó llamar pero no respondieron y sólo dejaba mensajes.
Pasó más de dos meses desde la última llamada y cuando lo hacía nadie le respondía, quizá ya me olvidaron o no quieren hablar conmigo – pensaba mientras hacía unas labores en su nuevo hogar, cuando de repente le vino unos mareos y tuvo que recostarse en el sillón.
Estaba también pálida y débil pues días atrás ya se sentía mal pero no le quiso decir nada a Gerardo para no preocuparle y ser un cargo.

Le daba náuseas. Tomaba un vaso con leche y se recostaba. Tenía cólicos y le dolía la cabeza.
Zoe llegó más temprano y la encontró mal, pero al preguntarle qué tenía Agnes dio como respuesta ‘sólo cólicos’. Zoe quería llevarla al médico pero Agnes se opuso y le prometió que si seguía así hasta mañana entonces sí iba a ir.

La promesa se tuvo que cumplir porque al día siguiente se sintió mucho peor. Gerardo no había llegado pues llamó a Agnes diciéndole que iba a estar con sus amigos.

Agnes estaba muy nerviosa por los resultados porque imaginaba lo peor y al fin, cuando estuvieron listos, entraron al consultorio y el doctor la felicitó pues estaba embarazada.
-¡Embarazada!, esto no puede ser, no…
-Sí señorita, usted va a ser madre…
Agnes no pudo escuchar todo lo que le iba a decir el doctor porque las ganas de vomitar le ganaron.
Zoe quedó atónita por la noticia y no dijo palabra alguna.
-Pero doctor, no hay errores, quizá se confundieron con los análisis, no sé algo...– dijo Agnes al salir del baño
-No señorita, además está con los síntomas, no hay ningún error, también presenta un cuadro de anemia y va a tener que tomar estos medicamentos…
-Y van a afectar al bebé…
-No, son solo vitaminas, no le harán daño.

Zoe estaba tan sorprendida pero cuando le preguntaba a Agnes ella no sabía cómo explicarlo. Se había acordado de la fiesta y sabía que algo había ocurrido allí. A pesar de eso Agnes sentía una inmensa alegría por llevar un ser dentro de ella pero tenía que recuperarse de la anemia pues no quería que su bebé esté mal.

En todo el camino solo estaba con la idea de que iba a ser madre, pero Zoe lo interrumpió diciéndole que tenía que ir donde sus padres para contarles y que la apoyasen pero Agnes se opuso.
Llegaron a casa, Bryan preguntó qué tenía y le dijeron solamente indigestión.
Bryan estaba muy preocupado que comenzó a dejar su timidez para hablar con Agnes y cuidarla. Agnes pidió discreción respecto a lo que sabía Zoe.
Él la siguió cuidando, le fascinaba estar a su lado. Se había enamorado de ella profundamente y a pesar de que se ganó la confianza de Agnes, ella no le contó nada.

Agnes no pudo conversar con Gerardo ese día, pues había llegado tarde.
A la mañana siguiente tampoco, ni en la universidad ni en la casa. No le dijo hasta después de unos días.
-Gerardo!,... espera no te vayas,.... quiero conversar contigo
-Sí amor, dime.
- (Respiró profundo) Bien,... te acuerdas de la fiesta de Joe y Ben
-¡Sí!... no me dijeron que iban a hacer otra...
-No, no es eso...
-Ahmm... entonces, ¿qué?
-(Agnes se levantó y sacó el sobre con los resultados) – toma,  míralos…
-¿Qué es esto? ¿Estás ¡embarazada!!!!?
-Sí, hace 5 días me hice los análisis y salió positivo…
-No. Esto no puede ser
-Tengo casi dos meses. ¿Qué vamos a hacer?...
-No sé…Es que no puede ser (Volteando la cabeza) se me hace tarde tengo que ir a estudiar, después hablamos...
-Yo lo quiero tener....
-Después hablamos.... te amo...

Agnes quedó recostada pensando en su nueva vida con el niño que iba a venir, hasta que Zoe entró para insistirle con lo de sus padres y preguntarle qué tal le fue con lo que le dijo a Gerardo.
Ella no respondió y tuvo que llamar a sus padres por la insistencia de Zoe.
-Aló...
-¿Agnes?
-Sí, mamá... ¿cómo estás?
-Hija!... yo bien y tú
-Bien, mamá,…te quiero decir que eres la mejor madre, te extraño y deseo verte…
-Está bien, yo también te amo, tu eres mayor de edad y tienes que hacer tu vida, lo comprendí cariño... ven cuando quieras...
-Está bien... ¿está papá allí?
-No, él está en su trabajo...
-Mándale mis saludos y dile que lo quiero y que voy a casa de visita...
-Cuídate...
-Tú también.... adiós...
Sintió tristeza, quería visitarlos pero cómo volver a casa diciéndole que iba a tener un hijo, eso se veía difícil.
Quizá sus padres no la iban a aceptar o quizá ya no la extrañaban. – eso preocupaba a Agnes. No sabía qué hacer.

Le habían dicho que las mujeres embarazadas estaban con un gran apetito, vómitos, mareos y cansancio pero nunca imaginó que fuera tanto porque Zoe al abrazar a Agnes y consolarla, se había quedado dormida y la tuvo que acostar.
Quizá es la anemia – pensó.

Estuvimos recordando a nuestra amiga, pedimos jugos y algo de comer. Cada quien hablaba de su carrera, cómo le había ido. Lina se tuvo que retirar, tenía que prepararle la fiesta sorpresa a su hijo que cumplía cuatro años porque estaba de paso con nosotras y Raúl llegaría después del trabajo con la torta y con una sorpresa para su hijo Javier…

Recuerdo que Agnes me llamó. Me contó lo que había sucedido, yo también me quedé sorprendida:
-¡¡Embarazada!!!? – dije casi rompiéndole los tímpanos a mi amiga.
-Sí, Annie. La verdad no sé que hacer…Creo que Gerardo no lo quiere tener y no quiero volver a casa así…
Lina me quitó el teléfono y dijo lo mismo que yo, agregando:
-Tienes que hacer responsable a Gerardo, no te va dejar asi
-Él me ama y yo a él…
Zoe le contó a Esteban, y Bryan se enteró poco depués.

Ese día, Gerardo no se fue a estudiar sino donde sus amigos. En el camino estaba pensando, estaba angustiado al pensar que a su edad estaría con un niño en los brazos y malograría su vida, estaba tan sorprendido todavía y necesitaba que lo ayuden, porque ya no quería volver.
Amaba a Agnes, más de lo que creía, pero algo le obstruía amarla así, quizá no aprendió bien a demostrar sus sentimientos, decir te amo y dejarse llevar por esa inspiración que a veces quería sacar pero no podía. Algo lo paraba, era un dolor.

Joe lo recibió cuando llegó a casa de Ben. Estaban ensayando una canción, la que Gerardo había ayudado a componer pero estuvo desganado. Se sentaron sobre su escenario, le preguntaron qué tenía y él preocupado les contó todo.
-Hey! ‘mano, ¿qué te ocurre?
- Ocurrió algo…en la fiesta…
-¿Qué…?, ¿lo de la llamada?
-No, no me hables de eso. Es sobre Agnes…
-¿Qué le ocurrió?, se la llevaron?, Stephi me dijo que la conocía de la universidad… –dijo Joe excusándose
-No, tampoco eso – dijo Gerardo interrumpiéndolo –…Estábamos pasados de copas…– contó Gerardo agarrándose la cabeza.
-Agnes está…– preguntó Joe haciendo un gesto circular en su estómago
- Esos análisis lo dijeron todo, Agnes está embarazada y quiere tener a ese bebé...estaba pensando que abortara pero la perdería y además no dijo nada…no sé qué hacer….
-¿Cómo le vas a pedir que aborte?, es Agnes y cuando están así se ponen recontra caprichosas y sentimentales, lo mismo le pasó a mi mamá con Carlos…– añadió Ben
-Y si ella lo hiciera, podría morir. Un hijo es una responsabilidad y es de los dos... –dijo Joe
-¡No me estás ayudando!!!
-Pero qué quieres que te diga, tienes que asumirlo, ¿acaso no la amas? – arremetió Joe
-¡Ya cálmense!!, qué quieres escuchar porque eso buscas ¿no?, que te den la razón – dijo Ben
-¡Espera!, yo no quiero eso, simplemente lo que opinan…
-Si la quieres, asume al nene. Es simple.
-Es difícil, no sé qué hacer…quiero aclarar mis ideas, me puedo quedar aquí un tiempo…
-Claro…, pero no pierdas a Agnes, se nota que te ama mucho.


Agnes quedó sola. Ese tiempo que Gerardo quedó junto a sus amigos duró mucho. Ese día que hablaron solo la llamó diciendo que lo iba pensar e iba estar en casa de sus amigos. La llamaba sólo hasta un buen tiempo en el que se distanciaron mucho.

Bryan se acercó a Agnes y siendo muy amigos, él le dijo que la quería. Bryan era dos años menor que Agnes pero le resultaba igual de atractiva con su todavía no notoria ‘pancita’.
Ella no lo aceptó pero él no se separó de ella, la quería mucho para dejarla en el primer intento.
Cuando fueron a pasear al parque, se acomodaron en una banca y él la besó. Quedó en silencio recordando a Raúl, ni a Bryan ni a Gerardo, sino a ese chico que en sus momentos de soledad la ayudaba mucho y que le dijo sus sentimientos a pesar que sabía que no iba a ser correspondido.

Agnes se fue de la casa. No podía corresponder a los sentimientos de Bryan y sentía que no debía estar allí pues Gerardo ya no estaba. Regresó donde sus padres contándole lo sucedido. Ella pensaba que la iban a rechazar pero la recibieron con alegría, como si ella hubiera vuelto a nacer para sus padres.

Gerardo había obtenido un buen trabajo y con la madurez suficiente decidió volver a su antiguo hogar. Le dijeron que Agnes se fue de vuelta a casa desde hace una semana. Pensaba recuperarla pero cómo, esta vez él había malogrado la relación completamente.

La llamaba pero ella no contestaba. Fue a su casa y sus padres no lo dejaron recibirla, esta vez ella estaba de acuerdo con ellos. Agnes terminó su carrera y trabajaba junto a su padre que era doctor en medicina humana.

Un día se la encontró en la calle y hablaron. Agnes no quería saber nada de él, lo seguía amando pero la había decepcionado. Él le había dicho que estaba reflexionando y buscó un trabajo para solventar los gastos y darle un buen hogar a su hijo, Agnes le creyó, lo perdonó pero no quizo volver con él. Ella tenía 4 meses de gestación.

Hizo muchos méritos para que Gerardo volviera a hechizarla.

Ben y Joe lo ayudaron. La fueron a visitar y le contaron el problema por el cual pasaba Gerardo. Era sobre su madre. Esa vez que recibió la llamada en casa de Ben, era la de una señora, amiga de su mamá, que le dijo que ella estaba enferma y quizá no llegaba a verlo otra vez, que quería que la perdonara por todos los años de sufrimiento que vivió cuando era pequeño y que esperaría su perdón.

Él estaba muy dolido por la noticia, no la fue a visitar. La quería pero era muy orgulloso para pedir también disculpas por su forma de actuar.

Agnes quería ayudarlo pero lamentablemente era tarde. La señora había fallecido.
-Yo le pregunté sobre la llamada porque estaba pálido y se le veía preocupado, pero nunca me lo dijo…
-Tampoco nos contaría a nosotros sino lo conocíeramos desde pequeño…
-Y no fue donde su madre…
-Él si la fue a visitar, lloraron juntos, se perdonaron y se dieron un fuerte abrazo. Su mamá murió cuando se daban su abrazo de perdón, fue allí donde quiso volver hacia ti para que lo perdonaras y sigan juntos con su hijo, pues no quería que sufras más y te sintió en ese abrazo con su madre…

Agnes quedó dolida ante tal hecho. Ella aún amaba a Gerardo pero no sabía lo que le sucedía.
Agnes llegó a perdonarlo realmente. Sus padres aceptaron la relación viendo que Gerardo había cambiado y que quería estar junto a Agnes y a su hija.
Se juntaron más que antes. Se amaban y estaban muy felices.
Lionela y yo la visitábamos, faltaban pocos meses para que naciera su bebé. Nosotras fuimos las más ilusionadas con la llegada de la nena y ellos, muy entusiasmados hasta tenían el nombre de su hija.
Pero Gerardo perdió el empleo, faltando solo mes y medio para el nacimiento de su hija. Necesitaba dinero para mantener a su familia.
La mala suerte cayó sobre él. Secuestraron a Agnes y pedían demasiado dinero para el rescate. Se angustió mucho y quedó endeudado, pero hizo el trueque.

Estaba ya dándole el dinero a los secuestradores cuando una bala escapó del arma de uno de los maleantes que cayó en el vientre de Agnes. Gerardo había llamado a la policía y los secuestradores habían escuchado las sirenas de éstos, por lo que se escapó la bala.  Él protegió contra su pecho el cuerpo sangrante de Agnes.
La llevaron al hospital. Era tan desesperante el tráfico que había. Demoraron mucho en cirugía, parecía una eternidad.
-La niña está bien…, la pudimos salvar…
-¿Y Agnes?, ¿cómo está ella?....
-Ha perdido mucha sangre, está muy débil…
Esa fue la noticia que atribuló su cuerpo, entró al cuarto y la vio postrada en una cama. Se la veía muy débil pero milagrosamnete estaba despierta.
-Gerardo, te quiero mucho…¿la niña está bien? – dijo agonizante
-Yo también te quiero, la nena está bien y la vas a ver cuando salgas…es tan hermosa como tú, amor. Vamos a ser muy felices con Helena…así que tienes que ser fuerte…– respondió estando a punto de llorar
-No puedo amor…ya no puedo…
-¿Qué?...no, nada de eso…no te puedes ir…Helena te está esperando y yo también, vamos a vivir todos esos momentos que soñamos junto a ella, no te vayas mi vida…– contesto desesperado Gerardo y derramando lágrimas que no pudo contener.
-Te amo.
-¡Agnes!!...
Esas fueron sus últimas palabras. Ella había fallecido.
Gerardo lloró a su lado pidiendo que vuelva, que intercambiara el lugar pero fue inútil. No quería separarse de su cuerpo, no quería perderla para siempre, cuando ya había encontrado su felicidad verdadera junto a su esposa y a su hija. No, no podía creer que ahora la veía echada en la cama sin que le responda con un beso o algún abrazo cuando gritara su nombre.
Era tan estremecedor su llanto.

Su dolor me llegó hasta los huesos. Estaba muy angustiado.

Asistimos al entierro todos los que la habíamos conocido. Bryan también estaba llorando viendo aquel cajón que se unía a la tierra y a la vez sentía ira porque pensaba que Gerardo no la supo cuidar, que la hizo infeliz y solo lo miraba con un cierto aire de indignación.

Gerardo llegó al entierro sin decir nada, no derramó ni lágrimas como lo hizo en el hospital, se le notaba que estaba destrozado por dentro. Llevaba en sus brazos a Helena, su hija, con el nombre que habían escogido los dos y que esperaban tan entusiasmados su llegada, que soñaban con ella para verla crecer y disfrutar a su lado pero Agnes ya no estaba allí, era imposible para él cumplir ese sueño sin ella.

No pudo soportar más la escena y se retiró en la mitad de la ceremonia, dejó a Helena en los brazos de Marissa y desapareció.
No supimos más de él. Lo llamábamos pero no contestaba, Joe y Ben no sabían tampoco donde se encontraba.


No habíamos asimilado bien la noticia del fallecimiento de Agnes como para recibir otra más desgarradora.
Después de un mes, los policías encontraron un cuerpo descompuesto cerca a un puente bajo el mar, un cuerpo en el que apenas se leía un tatuaje ya borroso que decía ‘Agnes y Gerardo’…


En memoria de unos jóvenes amantes
que no se olvidaron