No había sol. Posiblemente no iba a ser un gran día desde su perspectiva pero algo le alegró por completo el día.
Estaban sentados juntos contándose muchas cosas de la vida, solo hablaban y una que otras veces las miradas cruzaban. Hubo un silencio y el papel roto que estaba en la mesa llegó a sus manos. Ella solo callaba y de vez en cuando alzaba la mirada para ver esos extraños ojos que él tenía. Él le dio el papel y ella lo leyó: I think that you're very beautiful.
No quedaba más y ella bajó la cabeza. No dijo nada más y quedó mirando el papel y luego se lo devolvió. Él agachó la cabeza, la miró sonrojada y deshizo el papel.
Los dos con la cabeza gacha sonrieron.
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