“Que ganas de amanecer contigo, de ver tus cabellos enmarañados, de sentir tu respiración caliente sobre mi nuca. De abrazarnos fuerte hasta que el despertador nos diga que se nos esta haciendo tarde, que hay que darnos prisa. Que ganas de cubrirte con besos, de bañarnos juntos, de compartir la taza de té. De que el día se me haga eterno, de esperar con ansias la noche para volver a estar contigo, para abrazarte con fuerzas, para oler tu loción y recordar que en tus brazos esta mi hogar, mi paz. Que ganas de que vengas ya, que me quites tantas esperas, tantos insomnios. Que liberes de mis labios los besos que están presos, que ganas de ser uno, tuya, mio, de los dos, nuestros.”
—Fragmentos de no se que. M.R.A.
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