Todos hemos escuchado decir: "Si hubiera sabido en ese entonces lo que sé hoy...".
¿Alguno de ustedes no ha sentido el deseo de decir en esas ocasiones: "Está bien, dígame qué hubiera dicho o hecho..."?
Pues aquí voy yo...
Escucharía mi corazón con mayor atención.
Me divertiría más... y me preocuparía menos.
Sabría que el colegio llegaría a su fin en algún momento... y el trabajo... bueno, eso no tiene importancia.
No me preocuparía tanto por lo que piensan los demás.
Disfrutaría de toda mi vitalidad y mi piel lozana.
Jugaría más y me inquietaría menos.
Sabría que mis padres me aman y creería a ciencia cierta que están haciendo las cosas de la mejor manera posible.
Estaría contenta de estar enamorada y me ocuparía muchísimo menos de cómo irá a terminar la relación.
Sabría que probablemente no será así... pero que algo mejor podrá venir más adelante.
No me daría vergüenza comportarme como una niña.
Sería más valerosa.
Buscaría las cualidades de los demás para solazarme con ellas.
No me relacionaría con otros simplemente para darme un "baño de popularidad".
Tomaría clases de baile.
Me deleitaría con mi cuerpo, tal y como es.
Confiaría en mis amigas.
Sería una amiga de toda confianza.
No confiaría en mis novios (¡esto lo digo en broma!)
Disfrutaría besando. Estoy hablando de un disfrute real y verdadero.
De seguro sería más agradecida y más apreciativa de las bondades de los demás.
Kimberly Kirberger
(Chicken soup for the teenage soul)
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