martes, 30 de abril de 2013

"Doña Primavera"

Doña Primavera
viste que es primor,
viste en limonero
y en naranjo en flor.

Lleva por sandalias
unas anchas hojas,
y por caravanas
unas fucsias rojas.

Salid a encontrarla
por esos caminos.
¡Va loca de soles
y loca de trinos!

Doña Primavera
de aliento fecundo,
se ríe de todas
las penas del mundo...

No cree al que le hable
de las vidas ruines.
¿Cómo va a toparlas
entre los jazmines?

¿Cómo va a encontralas
junto de las fuentes
de espejos dorados
y cantos ardientes?

De la tierra enferma
en las pardas grietas,
enciende rosales
de rojas piruetas.

Pone sus encajes,
prende sus verduras,
en la piedra triste
de las sepulturas...

Doña Primavera
de manos gloriosas,
haz que por la vida
derramemos rosas:

Rosas de alegría,
rosas de perdón,
rosas de cariño,
y de exultación.

-----Gabriela Mistral.

domingo, 21 de abril de 2013

Las fobias y las creencias limitantes

Las creencias son las que marcan nuestro actuar y por lo tanto nuestras vidas. Las creencias forman nuestro carácter, y querer modificar el carácter sin antes cambiar nuestras creencias, es inútil. Nuestras emociones en ese caso van a alterar nuestra bioquímica en el cuerpo y estaremos en un estado de enojo, miedo, agresividad, impaciencia, etc. que nos llevarán, incluso a enfermarnos.
Por lo tanto todas las creencias limitantes que nos dicen “Tú no puedes”, “Tú eres un miedoso”, “Tú eres incapaz”, “Esto no es para ti”, “Eres un tonto, un inepto, etc., etc.”, son todo aquello que no nos deja avanzar en la vida y nos hace sufrir.
La buena noticia es que con disciplina y esfuerzo podemos eliminar todas esas creencias que nos hacen tanto daño.
Programación Neurolingüística tiene varias herramientas que nos pueden ayudar a eliminar estas creencias limitantes, e inclusive cuando éstas llegan a convertirse en fobias.
Una fobia da por resultado una alteración grave en nuestra mente y cuerpo, llegando algunas veces a provocar pérdida de consciencia, mareo, vómito y hasta un infarto, ya que éstas ponen a la persona en un estado de terror o pánico incontrolable. Por supuesto hay diferentes grados de emociones. Por ejemplo, no es lo mismo “el miedo a las arañas, que un pánico que inmoviliza a la persona”, un miedo al elevador que la angustia con sudoración y aceleración del ritmo cardiaco dentro de él”.
Todas estas reacciones, por supuesto tienen una causa que hay que descubrir y manejarlas, suelen ser experiencias pasadas muy intensas que quedaron ancladas en la persona sin haberlas podido resolver.
A terapia, llegó una persona con fobia a los elevadores, y su oficina estaba en el 24 piso del edificio donde trabajaba. Tenía que llegar con mucha anticipación para ir subiendo por las escaleras poco a poco sin que la vieran y que al llegar no se le notase fatigada.
Después de explorar la causa de su fobia, le apliqué varios ejercicios, dentro de los cuales el que escribo a continuación fue clave en su cura.
Primero le dije que se parara diariamente unos minutos a ver a la gente que subía y bajaba del elevador sin problemas, mientras se decía cada vez que se abría el elevador: “Todos están bien, pues es normal subirse a un elevador” acompañado su frase de una respiración profunda.
Después de una semana hicimos este ejercicio:
Le dije que se sentara con su espina derecha, se relajara con una respiración profunda y que cerrará sus ojos.
  • Imagina que entras a una sala de cine,
  • Siéntate en una butaca al frente,
  • Ve como te sales de tu cuerpo y te trasladas a la sala de proyección, ahí donde se proyectan las películas,
  • Desde ahí te puedes ver sentada al frente y ahora vas a ver la película de cómo Verónica (tú), toca el timbre del elevador, entra, se cierra, sube los 24 pisos a su oficina, respira, sonríe, se abre el elevador y sale tranquilamente y sonriente,
  • Ahora regresas a tu butaca al frente,
  • De pronto eres parte de la película, eres la actriz y estás ahí, tocas el timbre del elevador, entras, se cierra, subes los 24 pisos a tu oficina, respiras, sonríes se abre el elevador y sales tranquilamente y sonriente.
  • Pausa.
  • Ahora pasas esta misma película en cámara rápida, en blanco y negro de ida y en reversa. ¡Vamos! Respira profundo.
  • Pausa.
  • Ahora la pasas a colores en cámara rápida de ida y de reversa. ¡Vamos! Respira profundamente.
  • Pausa.
  • Nuevamente la vas a pasar a colores pero en cámara lenta. ¡Vamos! Respira profundamente.
Ahora, regresas aquí y lentamente ve sintiendo tu cuerpo y abriendo los ojos cuando quieras hacerlo.
Al terminar con el ejercicio, le pregunté cómo estaba y realmente estaba tranquila.

Después de esta sesión pudo subirse al elevador, siempre respirando, sonriendo y diciendo mentalmente “Yo puedo estar tranquila en el elevador pues no pasa nada”.

El ejercicio anterior ubica al cliente en una situación inofensiva, pues ya estuvo observando a la gente subir y bajar del elevador antes.
Poco a poco se le va metiendo en la experiencia en diferentes modalidades, hasta llegar a la cámara lenta.
Para este tipo de fobias, es necesario acudir al terapeuta para explorar la causa de la fobia, pues ésta es un efecto de la misma.
Recuperado de: Estrategias en Programación Neurolingüística

lunes, 8 de abril de 2013

"Ausencia"

Se va de ti mi cuerpo gota a gota.
Se va mi cara en un óleo sordo;
se van mis manos en azogue suelto;
se van mis pies en dos tiempos de polvo.

¡Se te va todo, se nos va todo!

Se va mi voz, que te hacía campana
cerrada a cuanto no somos nosotros.
Se van mis gestos que se devanaban,
en lanzaderas, debajo tus ojos.
Y se te va la mirada que entrega,
cuando te mira, el enebro y el olmo.

Me voy de ti con tus mismos alientos:
como humedad de tu cuerpo evaporo.
Me voy de ti con vigilia y con sueño,
y en tu recuerdo más fiel ya me borro.
Y en tu memoria me vuelvo como esos
que no nacieron ni en llanos ni en sotos.

Sangre sería y me fuese en las palmas
de tu labor, y en tu boca de mosto.
Tu entraña fuese, y sería quemada
en marchas tuyas que nunca más oigo,
¡y en tu pasión que retumba en la noche
como demencia de mares solos!

¡Se nos va todo, se nos va todo!

-----Gabriela Mistral.