viernes, 21 de febrero de 2020

Larga espera

Fuimos en la lluvia, una gota de melancolía
que caía y mojaba las verdes hojas del césped
y que a la mañana siguiente
el rocío quedaba en nuestras madrigueras.

Fuimos viento de verano
tan imprevistos, tan llenos de optimismo,
cegados ante la locura de conocer nuestros lados,
ignorantes del vaivén de los temibles vientos.

Fuimos flor en plena primavera,
soñando por siempre que un verde nuevo estaría con nosotros,
rodeados de nuestro arcoiris
sin preveer que las hojas marchitaron pronto
cayendo en la vereda. 




Helena H.

sábado, 15 de febrero de 2020

Yo no le tengo miedo a la muerte

Yo nunca me río
de la muerte.
Simplemente
sucede que
no tengo
miedo
de
morir
entre
pájaros y arboles

Yo no me río de la muerte.
Pero a veces tengo sed
y pido un poco de vida,
a veces tengo sed y pregunto
diariamente, y como siempre
sucede que no hallo respuestas
sino una carcajada profunda
y negra. Ya lo dije, nunca
suelo reir de la muerte,
pero sí conozco su blanco
rostro, su tétrica vestimenta.

Yo no me río de la muerte.
Sin embargo, conozco su
blanca casa, conozco su
blanca vestimenta, conozco
su humedad y su silencio.

Claro está, la muerte no
me ha visitado todavía,
y Uds. preguntarán: ¿qué
conoces? No conozco nada.
Es cierto también eso.
Empero, sé que al llegar
ella yo estaré esperando,
yo estaré esperando de pie
o tal vez desayunando.
La miraré blandamente
(no se vaya a asustar)
y como jamás he reído
de su túnica, la acompañaré,
solitario y solitario.


Javier Heraud

jueves, 13 de febrero de 2020

Lo que retumba mi mente

Fue en la tarde cuando empecé a quererte. Salía a la calle con una sonrisa en el rostro después de recordar todo lo conversado y como un flashback, así, algo fugaz, Melgar me decía que yo ya no era dueña de mi, sino del amor mismo.

Y pude darme a ese amor, sin reparos a perder.


lunes, 10 de febrero de 2020

Sin deudas

Hoy mi noche se viste de ansiedad,
de lóbregos recuerdos, de oscuros miedos..

Pero que pecado he cometido 
más que amar a quien yo quería?
Yo ame, y lo amé, sabes...
No solo lo pude ver como anhelante deseo 
sino que también sentí su piel, 
saboreé sus labios y el me impregnó de ásperas caricias también, 
tuve su cuerpo desde el primer momento que los dos lo quisimos, 
sin ataduras, sin compromisos, 
conocí su calor, 
me refresque en su aliento 
y gocé de sus palabras 
y por corto espacio se alojó en mi corazón 
y yo en el suyo.
No me juzgues por amar, cariño, 
no es un pecado querer con ansias..
recuerda que querer lo prohibido gana más 
y en mi la llama estaba encendida.
Bien lo sabes que a ti pude entregar mi amor en su momento 
pero que las cosas no bien encaminadas llevan al fracaso.



-Émile-

sábado, 8 de febrero de 2020

Alma Desnuda


Soy un alma desnuda en estos versos,
Alma desnuda que angustiada y sola
Va dejando sus pétalos dispersos.

Alma que puede ser una amapola,
Que puede ser un lirio, una violeta,
Un peñasco, una selva y una ola.

Alma que como el viento vaga inquieta
Y ruge cuando está sobre los mares,
Y duerme dulcemente en una grieta.

Alma que adora sobre sus altares,
Dioses que no se bajan a cegarla;
Alma que no conoce valladares.

Alma que fuera fácil dominarla
Con sólo un corazón que se partiera
Para en su sangre cálida regarla.

Alma que cuando está en la primavera
Dice al invierno que demora: vuelve,
Caiga tu nieve sobre la pradera.

Alma que cuando nieva se disuelve
En tristezas, clamando por las rosas
con que la primavera nos envuelve.

Alma que a ratos suelta mariposas
A campo abierto, sin fijar distancia,
Y les dice: libad sobre las cosas.

Alma que ha de morir de una fragancia
De un suspiro, de un verso en que se ruega,
Sin perder, a poderlo, su elegancia.

Alma que nada sabe y todo niega
Y negando lo bueno el bien propicia
Porque es negando como más se entrega.

Alma que suele haber como delicia
Palpar las almas, despreciar la huella,
Y sentir en la mano una caricia.

Alma que siempre disconforme de ella,
Como los vientos vaga, corre y gira;
Alma que sangra y sin cesar delira
Por ser el buque en marcha de la estrella.



-Alfonsina Storni-