jueves, 31 de octubre de 2019

Trost in tränen (Consuelo en las lágrimas)

Si, ¿Por qué estás tan triste
cuando sonríe todo lo creado?
Cierto, en tus ojos la señal existe
de qué has llorado.

A solas he llorado, no lo niego;
una pena secreta guarda mi alma
¡Oh, dulzura del llanto! ¡Blando riego,
que al corazón inquieto pone en calma!

Te invitan tus amigos más felices;
¡oh, ven a nuestros brazos sin recelo!
Algo has perdido, más, si no lo dices,
sanado sentirás tu desconsuelo.

Temo de vuestras charlas el ruido;
ver no podéis la angustia que me asalta.
Nada, nada he perdido,
aunque, infeliz de mi, algo me falta.

¡Bah! Ten valor. Decídete cuanto antes;
eres aún mozo, el mundo te convida;
se tiene a tu edad fuerzas bastantes
para ir a la conquista de la vida.

Jamás conquistare lo que deseo
porque navega en muy lejana orilla
tan alto, tan hermoso yo lo ví
cómo esa estrella que en el cielo brilla.

Nadie cuando desea las estrellas,
gozamos, si, en espléndida hermosura
¡Divino encanto el de las noches bellas
si contemplamos la serena altura!

Muchos días levanto la mirada
también embelesada mi alma queda
Ah, déjame la noche reservada
para llorar, llorar cuánto yo pueda. 


Wolfgang Von Goethe

jueves, 24 de octubre de 2019

El Amor de las Selvas


Yo apenas quiero ser humilde araña
que en torno tuyo su hilazón tejiera
y que, como explorando una montaña,
se enredase en tu misma cabellera.

Yo quiero ser gusano, hacer encaje;
dar mi capullo a las dentadas ruedas;
y así poder, en la prisión de un traje,
sentirte palpitar bajo mis sedas…

¡Y yo quiero también, cuando se exhala
toda esta fiebre que mi amor expande,
ir recorriendo la salvaje escala
desde lo más pequeño hasta lo más grande!

Yo quiero ser un árbol: darte sombra;
con las ramas, la flor, hacerte abrigo;
y con mis hojas secas una alfombra
donde te echarás a soñar conmigo…

Yo quiero ser un río: hacer un lazo
y envolverte en las olas de mi abismo,
para poder ahogar con un abrazo
y sepultarte en el fondo de mí mismo.

Yo soy bosque sin trocha: abre el sendero,
yo soy astro sin luz: prende la tea.
Cóndor, boa, jaguar, ¡yo apenas quiero
ser lo que quieras tú, que por ti sea!

Yo quiero ser un cóndor, hacer gala
de aprisionar un rayo entre mi pico;
y así soberbio…, regalarte un ala,
¡para que te hagas de ella un abanico!

Yo quiero ser una boa: en mis membrudos
lazos ceñirte la gentil cintura;
envolver las pulseras de mis nudos;
y morirme oprimiendo tu hermosura…

Yo quiero ser caimán de los torrentes;
y de tus reinos vigilar la entrada,
mover la cola y enseñar los dientes,
como un dragón ante los pies de un hada.

Yo quiero ser jaguar de tus montañas,
arrastrarte a mi propia madriguera,
para poder abrirte las entrañas…
¡y ver si tienes corazón siquiera…!



José Santos Chocano

martes, 22 de octubre de 2019

Balada del mal amor


Qué lástima, muchacha,
que no te pueda amar...
Yo soy un árbol seco que sólo espera el hacha,
y tú un arroyo alegre que sueña con la mar.

Yo eché mi red al río...
Se me rompió la red...
No unas tu vaso lleno con mi vaso vacío,
pues si bebo en tu vaso voy a sentir más sed.

Se besa por el beso,
por amar el amor...
Ese es tu amor de ahora, pero el amor no es eso;
pues sólo nace el fruto cuando muere la flor.

Amar es tan sencillo,
tan sin saber por qué...
Pero así como pierde la moneda su brillo,
el alma, poco a poco, va perdiendo su fe.

¡Qué lástima muchacha,
que no te pueda amar!
Hay velas que se rompen a la primera racha,
¡y hay tantas velas rotas en el fondo del mar!

Pero aunque toda herida
deja una cicatriz,
no importa la hoja seca de una rama florida,
si el dolor de esa hoja no llega a la raíz.

La vida, llama o nieve,
es un molino que
va moliendo en sus aspas el viento que lo mueve,
triturando el recuerdo de lo que ya se fue...

Ya lo mío fue mío,
y ahora voy al azar...
Si una rosa es más bella mojada de rocío,
el golpe de la lluvia la puede deshojar...

Tuve un amor cobarde.
Lo tuve y lo perdí...
Para tu amor temprano ya es demasiado tarde,
porque en mi alma anochece lo que amanece en ti.

El viento hincha la vela, pero la deshilacha,
y el agua de los ríos se hace amarga en el mar...
Qué lástima muchacha,
que no te pueda amar...



José Ángel Buesa

jueves, 10 de octubre de 2019

Recopilación 5

"En mi defensa puedo decir que aunque trate de olvidarte, tu recuerdo vivía en mi. Y es que todos los caminos me llevaban a ti, de esa canción que no escuchamos juntos, de esas calles que no recorrimos juntos, de todo aquello que yo había imaginado para los dos pero que quedaba solo en eso, en imaginación.
Mi amor, solo quedaba en ilusión"

H.H


miércoles, 9 de octubre de 2019

Carta de Edith Piaf

Lo más bello escrito por Edith Piaf a su entonces amor Marcell.

Sin duda cuando uno entrega el corazón realmente, puede escribir las más bellas palabras de amor y como diría Mariano Melgar 'uno ya no es dueño de sí mismo, sino del amor'.

(Original)
Je t'aime irrationnellement, anormalement, follement, et je ne peux rien faire pour l'éviter. La faute est à vous, vous êtes magnifique. Tenez-moi avec la pensée dans vos bras et pensez que rien ne compte dans le monde à part vous et moi..

Revisar el siguiente link:

https://youtu.be/3tQTB2KLGTU

Dolor


Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.

Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertas
y las anchas playas que ciñen el mar.

Con el paso lento, y los ojos fríos
y la boca muda, dejarme llevar;
ver cómo se rompen las olas azules
contra los granitos y no parpadear;
ver cómo las aves rapaces se comen
los peces pequeños y no despertar;
pensar que pudieran las frágiles barcas
hundirse en las aguas y no suspirar;
ver que se adelanta, la garganta al aire,
el hombre más bello, no desear amar…

Perder la mirada, distraídamente,
perderla y que nunca la vuelva a encontrar:
y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar.



Alfonsina Storni

lunes, 7 de octubre de 2019

Porque es mío su amor

¡Señor; porque en su pecho tengo un seguro abrigo
y porque sé que es mío su corazón amante:
Señor, gracias te da mi espíritu mendigo
de amor, gracias te da, ¡Aunque él esté distante!...

Señor, por él brotaron en mis jardines termos
mil flores milagrosas de amor y de optimismo,
Y huyeron para siempre los pájaros enfermos
que estaban en mi alma, labrandose un abismo.

Por él he descubierto una belleza nueva
en las terrenas casas; y he aprendido el lenguaje
del pájaro, del árbol, del arroyo y la gleba
del guijarro, y encuentro más vida en el paisaje.

Señor, mi vida es dulce desde que sé que me ama;
y a mí rededor de llenan las cosas de alegría;
por él, mi amor se eleva como una ardiente llama,
y siento en mis arterias correr nueva energía...

Ahora se ha tornado más blando mi camino;
me siento cual si fuera la misma primavera;
¡Señor, ya que le amo, no cambies mi destino,
mi amor es todo tuyo, mi vida es suya entera...!

Pero, Señor, perdóname, ¡No sé lo que te digo!
solo sé que mi alma de amor está embriagada,
que tal vez tus enojos con mi charla consigo;
pero me tiene ciega la luz de su mirada...

Que iré tras de sus huellas cegadas por su nombre
aunque en mis plantas broten mil gotas purpurinas;
descenderé a la sima; escalaré la cumbre...
¡No importa que me hieran punzantes las espinas...!

¡Perdóname, Señor,! Pero lo que te digo
es cierto, y me lo dicta mi corazón amante...
¡Señor, gracias te doy, aunque él no esté conmigo!
¡Señor, gracias te doy, aunque él esté distante!...

Alicia Larde de Venturino