Si, ¿Por qué estás tan triste
cuando sonríe todo lo creado?
Cierto, en tus ojos la señal existe
de qué has llorado.
A solas he llorado, no lo niego;
una pena secreta guarda mi alma
¡Oh, dulzura del llanto! ¡Blando riego,
que al corazón inquieto pone en calma!
Te invitan tus amigos más felices;
¡oh, ven a nuestros brazos sin recelo!
Algo has perdido, más, si no lo dices,
sanado sentirás tu desconsuelo.
Temo de vuestras charlas el ruido;
ver no podéis la angustia que me asalta.
Nada, nada he perdido,
aunque, infeliz de mi, algo me falta.
¡Bah! Ten valor. Decídete cuanto antes;
eres aún mozo, el mundo te convida;
se tiene a tu edad fuerzas bastantes
para ir a la conquista de la vida.
Jamás conquistare lo que deseo
porque navega en muy lejana orilla
tan alto, tan hermoso yo lo ví
cómo esa estrella que en el cielo brilla.
Nadie cuando desea las estrellas,
gozamos, si, en espléndida hermosura
¡Divino encanto el de las noches bellas
si contemplamos la serena altura!
Muchos días levanto la mirada
también embelesada mi alma queda
Ah, déjame la noche reservada
para llorar, llorar cuánto yo pueda.
Wolfgang Von Goethe
No hay comentarios:
Publicar un comentario